Cazeria Cazador presenta, Promesa, un sub-label de reediciones y un catálogo de música latinoamericana enfocado en los años 70’s, 80’s y 90s . Basado en un proceso de investigación musical donde se evalúa la importancia artística de proyectos musicales poco estudiados, difundidos y reconocidos del continente. El objetivo es identificar, visibilizar y rescatar del olvido parte de nuestro patrimonio inmaterial moderno correspondiente a la vanguardia musical de aquellas décadas y que por falta de espacios, poca demanda de la industria y la pobre oferta cultural que existía en estos periodos perdieron la oportunidad de difundirse.

Mimilocos fue parte del sello independiente “Catálogo Incierto”, fundado por Christian Rosas y Daniel Melero en 1986, mismo año en el que Argentina ganó su segunda copa mundial de fútbol tras vencer a Alemania Federal por 3 a 2.

Alejada de la taquilla, de la propuesta radial de la época y del éxito comercial, el primer disco de la banda, titulado Trulepa, es una pieza maestra Dark Wave y Post Punk latinoamericana que a pesar de no conseguir brillar en su época se consagra hoy en día como uno de los mejores discos menos escuchados y de poca difusión según el canon de la industria.

La poca presencia de coros, sobrecarga de experimentación, noise, tecnología y letras poco convencionales, hacían de Mimilocos una banda inconfundible para el panorama local, pero poco deseable para la industria. Más cercanos a géneros recién nacidos como el techno, electro, industrial y el minimal wave, géneros y sonidos a la fecha poco populares en comparación al pop/rock de la época. En Trulepa, el uso de los instrumentos y de la tecnología eran totalmente distinto al de sus contemporáneos, con él marcaron un precedente en cómo producir y hacer música latinoamericana en español no destinada a ser una balada comercial. Adelantados y polarizados del panorama internacional, sin conexión alguna, construyeron su propio sonido alejado de las copias o referencias internacionales, contribuyendo para la construcción de géneros que estaban en su perigeo, desde un espacio geográfico del cual no se esperaba un aporte, pero sobre todo un referente local, el cual nos permite entender como fue hace 40 años pero en nuestro continente, generando un puente invisible para le época.

Daniel Melero cuenta en una entrevista el 2017 “el único mérito de Catálogo Incierto fue haber sido el primer sello independiente de Argentina”. Christian Rosas, Co-fundador y mitad de Mimilocos, agrega: “El valor no solo radica en la hazaña suicida de armar un sello independiente en esos años en Argentina, sino también que toda la música que se producía en Catálogo Incierto eran propuestas musicales y artísticas que no se estaban produciendo en el país y que pesar de su poco éxito comercial, lograron trascender después de todos estos años”.

Mientras aún se celebraba el triunfo de Argentina y otros gritaban a coro alguna que otra canción de moda, había algo fermentando en el refrigerador.

En una clásica producción de bajo presupuesto esta creación se volvió una batalla, entre un músico visionario, la audiencia y la industria que no estaban listo para apreciar la propuesta. Era 1988 y Catálogo Incierto cerraba sus puertas luego de haber editado 6 referencias para Todos Tus Muertos, UnoxUno, Daniel Melero, Los Corrosivos, Quum, La Algodonera y Mimilocos. Con el cierre Rosas y Melero no se vuelven a hablar y Peria decide invitar a Jorge Alvaréz como productor, el cual se interesa mas en la apariencia física y la estética que el sonido y les aconseja hacer canciones comerciales, explotando la apariencia física de Peria, dando pie al quiebre de la banda, ya que Rosas no estaba satisfecho con la propuesta del disco.

Atrás había quedado Trulepa y todo parecía haber sido un fracaso, pero en el proceso hasta hoy de manera fortuita se ha logrado salvar este legendario álbum de la no merecida obscuridad.